jueves, 22 de septiembre de 2011

TRATAMIENTO DEL DIENTE AVULSIONADO

La avulsión es la completa salida del diente de su alvéolo
La avulsión dentaria es la expulsión de un diente por una causa traumática como puede ser la caída de una bicicleta, un tropezón o golpes a la altura de la base de la nariz ocasionados por juegos violentos o la práctica de algunos deportes sin protector bucal.
La avulsión puede ocurrir tanto en los dientes temporarios como en los permanentes.
La diferencia es el tratamiento, ya que los temporarios no se reimplantan.
Los incisivos centrales superiores son los más afectados y el grupo de edad donde ocurren con más frecuencia oscila entre los siete y los diez años.
En el tratamiento de la avulsión, el «mejor tratamiento» que se puede hacer es la reimplantación de su propio diente.
Se debe buscar el diente.
Una vez que se lo encuentra se lo debe tomar por la corona y no por la raíz, porque de esa manera no se lastima el ligamento periodontal, que es un tejido pegado a la raíz y es el que une al diente con el hueso alveolar.
Lavarlo solo con agua.
No se debe cepillar ni usar detergentes y/o desinfectantes, para no lastimar el ligamento periodontal y no agregar un daño adicional a este tejido.
Guardarlo en un medio húmedo para mantener la vitalidad del ligamento periodontal.
En niños grandes y adultos que comprenden y colaboran con este procedimiento se puede guardar la pieza en la boca del paciente.
Si el niño es pequeño o el adulto es aprensivo, se corre el riesgo que se lo trague, por lo que es mejor ponerlo en un vaso de agua o leche.
Esta última es un muy buen medio de preservación porque tiene la misma presión osmótica que la pieza dentaria, es pasteurizada, libre de gérmenes y de fácil disponibilidad.
Es conveniente utilizar una de las siguientes opciones para transportar el diente:
Tratar de colocar de nuevo el diente en su cavidad al nivel de los dientes adyacentes y morder suavemente una gasa o una bolsita de té húmeda para ayudarlo a mantenerse en su sitio.

El diente también se puede llevar entre el labio y la encía inferiores o bajo la lengua.
Concurrir al odontólogo en forma inmediata para qué decida qué tratamiento se debe realizar.
En caso de primeros auxilios adicionales, se recomienda seguir estos pasos:
Aplicar una compresa fría para el dolor en la boca y encías.
Aplicar presión directa con una gasa para controlar el sangrado.
Buscar ayuda odontológica inmediatamente, ya que cuanto más rápido se reciba atención, mayores oportunidades habrá para un reimplante exitoso.
Las fracturas graves de dientes pueden dejar al descubierto el tejido nervioso ubicado en el interior del diente y, en estos casos, se necesita con más apremio la atención médica inmediata para evitar las infecciones, abscesos y dolor.
Las fracturas o desportilladuras simples se pueden atender no necesariamente como una situación de emergencia, pero  deben repararse para evitar los bordes afilados que pueden cortar los labios o la lengua y también por razones estéticas.

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