Las
encías son visibles al levantar los labios, su coloración, si están sanas, es
entre rosácea y rojo pálido con los dientes firmemente sujetos.
La
encía tiene por lo general un color rosa pálido y al encontrase adherido a los
cuellos de los dientes e insertado con fibras colágenas forma un sellado que
protege al hueso y demás tejidos de soporte.
La
encía se divide en dos regiones, la encía libre (marginal) y la encía
insertada. Estas dos regiones se combinan para formar la punta de la encía, que
se extiende en sentido coronal entre los dientes, lo que se conoce como papila
interdentaria.
Esta
evita el impacto de la comida en la zona interproximal bajo el área de contacto
de los dientes y el establecimiento de una irritación que podría finalmente
originar alguna patología periodontal.
Es
la parte de la mucosa masticatoria que recubre el hueso alveolar y rodea la
porción del cuello de los dientes.
Las
personas más morenas suelen tener la encía más oscura, la forma de la encía
varía y depende del tipo de diente, su posición en la boca, la localización y
tamaño del área de contacto entre los dientes.
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