jueves, 22 de septiembre de 2011

PRIMERA CONSULTA Y TRATAMIENTO ODONTOLOGICO DEL NIÑO

La primera visita al dentista debe hacerse entre 1er y 3er año de edad.
Incluso antes de que aparezca el primer diente, debe realizarse la limpieza de las encías después de cada toma de leche.
Para ello, puedes usar una gasa humedecida.
Cuando comience la dentición, recurre al cepillo; eso sí, al principio, sin pasta dentífrica hasta los 2 años.
A partir de entonces, puedes ponerle una pequeña cantidad, siempre y cuando esté especialmente indicada para niños, es decir, con bajo contenido en flúor.
Cuando llegue el momento de acudir al dentista, los padres deben esforzarse por transmitir a su hijo una sensación de confianza y de seguridad.
Es positiva una primera visita donde al niño no se le practique ningún tratamiento, ya que ayuda a que este inicie una relación cordial y confiada con el odontólogo y en general con el cuidado de sus dientes.
A diferencia de lo que piensan muchos padres, los primeros dientes o dientes temporales, aunque luego sean sustituidos por los definitivos, deben tratarse cuando tengan caries ya que su infección puede producir alteraciones en el germen del diente definitivo.
Pueden suceder también problemas para el espacio de los dientes definitivos ya que una pérdida prematura de un diente hace que exista un hueco en la encía más tiempo del necesario.
Los dientes vecinos pueden desplazarse y ocuparlo dejando al futuro diente definitivo sin espacio para erupcionar.
En la primera visita a la clínica dental los padres deben acompañar al niño y estar presentes durante la misma.
El odontólogo hará solo un examen clínico del niño y su historia clínica donde recogerá los datos del niño y su historia médica.
También explicará a los padres la posible necesidad de un tratamiento dental y en lo que consistirá este.
La actitud y comentarios de los padres ante las visitas al odontólogo son captadas rápidamente por los niños.
Nunca se debe amenazar al niño con llevarlo al dentista o al médico si se porta mal ya que asociará a estos profesionales con algo malo, con un castigo.
Tampoco se debe llevar al niño a la consulta mediante engaños, ya que pensará que es algún sitio malo cuando sus padres han tenido que engañarlo para que accediera a ir.
Los padres deben explicar al niño que el dentista va a ver su boca, y le va a ver cuántos dientes tiene y va hablar con ellos.
Conviene obviar palabras como dolor, daño, etc. y no hacer comentarios del tipo "no te va a doler" que hacen al niño ponerse a la defensiva.
No espere a que su hijo manifieste dolor en algún diente, o tenga la cara inflamada para llevarlo donde el Odontólogo.
Las consultas de Urgencias crean más temor y trauma.
Si el niño ha sido colaborador es aconsejable reforzar su buen comportamiento con elogios y algún premio.

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