La
avulsión es la completa salida del diente de su alvéolo
La
avulsión dentaria es la expulsión de un diente por una causa traumática como
puede ser la caída de una bicicleta, un tropezón o golpes a la altura de la
base de la nariz ocasionados por juegos violentos o la práctica de algunos
deportes sin protector bucal.
La
avulsión puede ocurrir tanto en los dientes temporarios como en los
permanentes.
La
diferencia es el tratamiento, ya que los temporarios no se reimplantan.
Los
incisivos centrales superiores son los más afectados y el grupo de edad donde
ocurren con más frecuencia oscila entre los siete y los diez años.
En
el tratamiento de la avulsión, el «mejor tratamiento» que se puede hacer es la
reimplantación de su propio diente.
Se
debe buscar el diente.
Una
vez que se lo encuentra se lo debe tomar por la corona y no por la raíz, porque
de esa manera no se lastima el ligamento periodontal, que es un tejido pegado a
la raíz y es el que une al diente con el hueso alveolar.
Lavarlo
solo con agua.
No
se debe cepillar ni usar detergentes y/o desinfectantes, para no lastimar el
ligamento periodontal y no agregar un daño adicional a este tejido.
Guardarlo
en un medio húmedo para mantener la vitalidad del ligamento periodontal.
En
niños grandes y adultos que comprenden y colaboran con este procedimiento se
puede guardar la pieza en la boca del paciente.
Si
el niño es pequeño o el adulto es aprensivo, se corre el riesgo que se lo
trague, por lo que es mejor ponerlo en un vaso de agua o leche.
Esta
última es un muy buen medio de preservación porque tiene la misma presión
osmótica que la pieza dentaria, es pasteurizada, libre de gérmenes y de fácil
disponibilidad.
Es conveniente utilizar una de las siguientes opciones
para transportar el diente:
Tratar de colocar de nuevo el diente en su cavidad al
nivel de los dientes adyacentes y morder suavemente una gasa o una bolsita de
té húmeda para ayudarlo a mantenerse en su sitio.
El diente también se puede llevar entre el labio y la
encía inferiores o bajo la lengua.
Concurrir
al odontólogo en forma inmediata para qué decida qué tratamiento se debe
realizar.
En caso de primeros auxilios adicionales, se recomienda
seguir estos pasos:
Aplicar una compresa fría para el dolor en la boca y
encías.
Aplicar presión directa con una gasa para controlar el
sangrado.
Buscar ayuda odontológica inmediatamente, ya que cuanto
más rápido se reciba atención, mayores oportunidades habrá para un reimplante
exitoso.
Las fracturas graves de dientes pueden dejar al
descubierto el tejido nervioso ubicado en el interior del diente y, en estos
casos, se necesita con más apremio la atención médica inmediata para evitar las
infecciones, abscesos y dolor.
Las fracturas o desportilladuras simples se pueden
atender no necesariamente como una situación de emergencia, pero deben repararse para evitar los bordes
afilados que pueden cortar los labios o la lengua y también por razones
estéticas.