El
síndrome del respirador bucal no es solo una disfunción sino un problema que
afecta a varias partes del organismo, generando problemas del orden local y
general.
El
respirador bucal es físicamente incapaz de respirar por la nariz.
Produce
alteraciones fisiológicas que pueden afectar progresivamente su desarrollo
físico y psíquico.
Por
sus diversas causas y consecuencias requiere un tratamiento multidisciplinario,
que en primera instancia trata de despejar las vías aéreas superiores (en caso
de obstrucción), de corregir estructuras (alteraciones maxilofaciales) y luego
trata la rehabilitación.
El
niño respirador bucal constituye una entidad clínica que posee varias aristas,
que produce alteraciones fisiológicas que pueden afectar progresivamente su
desarrollo físico y psíquico.
Su
detección y corrección depende de la oportuna intervención de un equipo
multidisciplinario, que incluye al pediatra del niño, al otorrinolaringólogo
infantil, fonoaudiólogo, odontólogo, etc.
La
respiración bucal, propicia un terreno para que exista un aumento de las
secreciones en las vías aéreas superiores.
Esta
a su vez favorecerá la alteración de la funcionalidad de los oídos, de los
senos paranasales y con frecuencia desencadena crisis obstructivas bronquiales.
Todo
niño que respire por la boca ocasionalmente, intermitente o perenne es un
respirador bucal, ya sea por causas obstructivas, por hábitos y por anatomía.
El
respirador bucal tiene algunas características básicas que permiten su diagnóstico
de forma fácil, tanto por profesionales como por familiares en la mayoría de
los casos.
Es
importante recordar que cuanto más una persona respira por la boca, peor es el
cuadro general de salud.
Para
eso relacionamos los signos abajo que necesariamente presentará todo respirador
bucal:
Síntomas
más frecuentes del respirador bucal son:
·
Tos seca
·
Tos nocturna
·
Incapacidad respiratoria
·
Apneas obstructivas del sueño
·
Trastornos en el desarrollo del macizo
facial (paladar estrecho y hundido)
·
Deglución atípica
·
Dientes mal implantados
·
Sinusitis
·
Otitis
·
Trastornos de la audición
·
Falta de atención
·
Retraso escolar
·
Alteraciones posturales
Es
importante citar algunas de las principales dolencias involucradas en el
Síndrome del Respirador Bucal para que se pueda diagnosticar y tratar antes de
que el paciente empeore.
·
Rinitis
·
Sinusitis
·
Otitis
·
Disturbios cardiovasculares y
neurológicos
·
Amigdalitis a repetición
·
Hipertrofia de adenoides
·
Asma
·
Ronquido
·
Apnea del sueño
·
Convulsiones
·
Alergias
·
Desviación del tabique nasal
·
Hábito de succión prolongado del pulgar
(más allá del primer a segundo año de vida)
El
respirador bucal también afecta el comportamiento psicológico del individuo que
normalmente presenta las siguientes características:
·
Ansiedad
·
Irritabilidad
·
Impulsividad
·
Dificultades de concentración (que
llevan a un mal desempeño escolar)
La
persona con este síndrome tiene una auto higiene deficiente ya que la saliva al
tener la boca abierta se seca, lo cual impide una buena autoclisis.
Esto
acompañado de una mala higiene por parte del individuo puede causar fácilmente
caries.
Los
padres de niños respiradores bucales deben ser conscientes que la resolución de
este problema lleva tiempo y mucho esfuerzo.
Bien
seguidos y controlados minimizan los riesgos que conlleva vivir con este tipo
de cuadros.
Recuerde
consultar con su pediatra si su hijo presenta respiración bucal habitualmente o
cualquiera de los signos y síntomas que hemos detallado.
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