martes, 4 de octubre de 2011

SIDA Y ODONTOLOGÍA

El SIDA es una colección de síntomas causados en su mayor parte por infecciones que ocurren como resultado de la infección por VIH.
Este conduce eventualmente a la muerte.
Una persona infectada con este virus pierde poco a poco su resistencia y no puede luchar contra otras infecciones.
La única manera en que puede transmitirse el VIH durante el tratamiento odontológico es cuando se entra en contacto con la sangre de un individuo infectado.
Para proteger a todos los pacientes y a todo el personal del consultorio su odontólogo adoptará los métodos necesarios para evitar la contaminación.
Todos los odontólogos siguen rutinariamente normas de higiene y de control de la infección o “procedimientos obstaculizantes”, para prevenir la transmisión de la infección durante el tratamiento dental.
La limpieza y esterilización a fondo de los instrumentos, superficies y todos los implementos en general.
El uso de artículos descartables como guantes, agujas para la anestesia local, son medios que emplea su odontólogo durante su trabajo para proteger a los pacientes.
La atención y tratamiento dental son aspectos esenciales y muy importantes de la salud personal y el temor de contraer el virus VIH/SIDA debe ser juzgado dentro de ese contexto.
Son tan pequeños los riesgos de contagio durante el tratamiento dental que no tiene sentido evitar el tratamiento.
El control infeccioso inicia en la sala de espera, continúa en el sillón dental y termina en el pórtico del consultorio.
La recepcionista puede dar indicaciones de comportamiento a los padres y pacientes con infecciones activas.

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