El
láser dental, es una fuente de luz concentrada, no ionizante (que no produce
ningún tipo de efectos secundarios al paciente), que remueve tejido dental
infectado.
La
odontología láser es más conservadora, que la tradicional, porque respeta las
zonas sanas de los dientes.
Además
el láser, trabaja sobre las mucosas y resto de tejidos que están en la boca.
En
todos los tratamientos, ya sea de forma directa o indirecta, se usa algún tipo
de láser dental.
Con
la tecnología láser, los anestésicos inyectables, se necesitan en menos del 15%
de los pacientes.
Y
además sí se necesitara, un pinchazo, se administra láser anestesia, la cual
disminuye la molestia de la aguja, en un rango del 90 a 100%.
El
láser dental, permite tratar la mayoría de lesiones de caries, sin recurrir a
la vibración y al ruido que produce la turbina.
Con
respecto a la estética, todas las cavidades tratadas con láser se obturan con
materiales a base de resinas que endurecen bajo el efecto de la luz halógena.
Las
cuales se adhieren al diente un 50% más que en los casos no tratados con láser.
Con
referencia a las ventajas psicológicas, el paciente concurre relajado y
tranquilo al saber que no sentirá dolor, ruido ni pinchazos asociados al uso de
la turbina.
Las
ventajas que tiene un diente arreglado con láser frente a otro reparado con
turbina son muchas.
Entre
ellas hay ventajas biológicas, estéticas y psicológicas.
Dentro
de las primeras podemos mencionar que la acción del láser es sumamente puntual
y precisa.
De
modo que no es necesario eliminar grandes cantidades de tejido sano, como
ocurre con el paso de una fresa girando a alta velocidad.
Además,
el tejido irradiado con láser queda esterilizado, lo cual garantiza que no habrá
recidivas de caries debajo de esa restauración.
Una
caries no siempre se arregla más rápido con láser.
A
veces el tiempo de trabajo es más prolongado, porque el láser va trabajando
lentamente y en superficie.
El
láser dental es usado por cientos de odontólogos en Estados Unidos y Canadá,
así como en Europa, Asia y Australia, quienes atienden miles de pacientes.
Es
un haz de luz concentrado que, transmitido a través de una fibra óptica,
impacta en forma suave y pulsátil sobre la superficie dentaria.
El
láser es completamente seguro.
Sin
embargo, es fundamental la protección ocular -con anteojos filtrantes
especiales- tanto del profesional, como del paciente y de la asistente.
No
hay riesgo para las gestantes porque es un haz de luz concentrada no ionizante.
Por
el contrario favorece la circulación sanguínea del niño en gestación debido a
que la madre está relajada.
Este
puede usarse para reemplazar al torno prácticamente en todos los tipos de
caries que no fueron tratadas previamente con amalgama.
Dado
que por ser ésta de naturaleza metálica, el rayo se refleja en ella como en un
espejo y rebota sin actuar.
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