domingo, 4 de diciembre de 2011

LA PUBERTAD Y LAS ENCÍAS


Los niños que mantienen buenos hábitos de higiene oral hasta los 13 años tienen más probabilidades de continuar cepillándose y usando el hilo dental que los niños que no se les enseñó el cuidado oral apropiado.
Los cambios hormonales relacionados con la pubertad pueden aumentar en los adolescentes el riesgo de desarrollar la enfermedad periodontal.
Durante la pubertad, el aumento en el nivel de las hormonas sexuales, como la progesterona y posiblemente el estrógeno, causan un aumento en la circulación sanguínea en las encías.
Esto puede causar un aumento en la sensibilidad de las encías y una reacción más fuerte a cualquier irritación, incluyendo las partículas de comida y la placa.
Durante esta época, las encías pueden inflamarse, enrojecerse y sentirse doloridas.
Es fácil de entender que si un profesional de la salud dental elimina dichos irritantes, esta inflamación cederá.
Posteriormente, un cepillado adecuado de los dientes en casa (incluyendo la limpieza interdental) es imprescindible, ya que de lo contrario la enfermedad volverá.
Si permanece sin tratamiento, se corre el riesgo de que el hueso y los demás tejidos circundantes queden permanentemente dañados.
A medida que un joven madura en su desarrollo, la tendencia al sangrado ante la presencia de irritantes disminuye.
No obstante, es importante recordar el cuidado diario de los dientes y la visita regular a su dentista.
La enfermedad de las encías, o enfermedad periodontal, es una infección crónica causada por las bacterias y las toxinas de la placa dental, una película transparente y pegajosa que se adhiere constantemente alrededor de los dientes.
La enfermedad de las encías afecta tanto a éstas como a las estructuras que sujetan los dientes a la boca.
En el comienzo de la enfermedad, la gingivitis, puede causar hinchazón, enrojecimiento y tendencia al sangrado.
No suele aparecer dolor asociado a esta situación.
Pero algunas veces todos estos síntomas pueden pasar desapercibidos, especialmente en los que fuman.
Si la infección no recibe tratamiento puede progresar hacia una situación más grave en la que el hueso y el tejido que rodea al diente se destruyan de forma irreversible.
Con el tiempo, estos dientes pueden perderse.
Sin una buena higiene oral eficaz que incluya el cepillado y la limpieza entre los dientes con seda o cepillos interdentales, así como visitas periódicas al dentista, usted corre el riesgo de contraer la enfermedad de las encías.
Es importante tener en cuenta que los cambios hormonales que sufre el adolescente pueden desencadenar o acelerar un problema de este tipo.
La gingivitis (inflamación y enrojecimiento de las encías) puede tener tendencia a aparecer durante la menstruación.
Una vez más, esta situación es debida a un aumento del nivel de progesterona en su organismo, justo antes de que comience el período, y al acumulo de placa dental.
Existen ocasiones en que algunas mujeres pueden padecer aftas y sangrado en la boca tres o cuatro días antes del comienzo de la menstruación.
Otras veces aparece gingivitis durante el período que se caracteriza por la inflamación repetitiva de las encías, con enrojecimiento brillante acompañado o no de llagas en la lengua y carrillos.
Esta gingivitis menstrual suele ceder al acabar el ciclo menstrual.
Como siempre, un cuidado adecuado de los dientes, incluyendo la limpieza interdental, ayuda a mantener la salud durante estos períodos tan delicados.
Según los jóvenes van pasando la pubertad, la tendencia de las encías a inflamarse como respuesta a los irritantes disminuye.
Sin embargo, es muy importante que durante la pubertad se siga un buen régimen de higiene oral en el hogar que incluya el cepillado y el uso habitual del hilo dental.
En algunos casos, un profesional dental puede recomendar terapia periodontal para ayudar a prevenir el daño a los tejidos y al hueso que rodean los dientes.
El diagnóstico temprano es importante para obtener un tratamiento exitoso de las enfermedades periodontales.
Por lo tanto, es importante que los niños reciban un examen periodontal como parte de las visitas de rutina al dentista.
Debe saber que una forma avanzada de enfermedad periodontal puede ser un signo temprano de que su niño tenga una enfermedad sistémica. 

¿QUÉ ES LA ORTODONCIA?


La ortodoncia es la especialidad de la odontología que se encarga de reponer aquellas piezas dentales que están mal posicionadas en la boca.
Las alteraciones de situación, las arcadas dentarias, las rotaciones, las faltas de dientes o de espacio para su erupción se pueden corregir con diversas técnicas ortodóncicas.
La ortodoncia es una especialidad de la Odontología cuyo objetivo es la reposición en su sitio de las piezas mal colocadas.
El término ortodoncia procede de las palabras griegas "orthos" (recto) y "dontos" (diente).
Actualmente unos dientes bonitos son una inmejorable tarjeta de presentación en las relaciones sociales. La mayoría de los pacientes acude a la consulta del odontólogo para solucionar problemas en la belleza y armonía de sus dientes.
Pero este tratamiento no sólo tiene fines estéticos, sino fundamentalmente saludables.
Cuando una dentadura encaja mal, provoca alteraciones que van desde dolores de cabeza por alteración de un adecuado encaje dentario que repercute sobre la articulación de la mandíbula.
Hasta caries, ya que los alimentos se retienen con más facilidad y es más complejo realizar una higiene correcta en los dientes mal posicionados.
La ortodoncia puede mover un diente situado en una posición anormal en las arcadas dentarias hasta su posición adecuada.
También puede corregir rotaciones e inclinaciones dentarias. 
Cierra espacios vacíos entre dientes, abre las arcadas dentarias para dejar sitio a dientes que no tienen espacio para su correcta ubicación.
O ayuda a la erupción de dientes que han quedado dentro del hueso de los maxilares.
Según sea el defecto a corregir la técnica será más o menos compleja y durará un determinado tiempo.
El momento ideal para realizarla es durante la época de crecimiento, ya que los tejidos orales se adaptan mejor a los cambios.
Por ello, la ortodoncia ha sido tradicionalmente usada para el tratamiento en los niños.
Sin embargo cada vez son más los adultos que acuden a la consulta del odontólogo en demanda de este tratamiento con cada vez mejores resultados.
El tratamiento de ortodoncia se puede realizar de dos maneras según el tipo de fuerzas que se apliquen, principalmente están:
La técnica fija:
Mediante aparatología fija que está compuesta de elementos adheridos a los dientes (bandas y brackets).
A estos se ancla firmemente unos finos arcos elásticos de aleación metálica (níquel-titanio) mediante un conjunto de ligaduras.
Los removibles:
Que permiten ser retirados de la boca por parte del paciente.
Ello le permite quitárselos durante la higiene oral y en las comidas.
Estos aparatos cuando tratan problemas dentales tienen sus indicaciones específicas que no suplen a la Ortodoncia fija.